sábado, 17 de septiembre de 2011

Lucian Freud


Lucian Freud (1922-2011) nació en Berlín, en el seno de una familia judía acomodada; su padre era arquitecto y su madre había realizado estudios universitarios de humanidades en Mónaco. Era, además, el nieto de Sigmund Freud, médico psiquiatra reconocido como «padre del psicoanálisis». A los doce años se inició en el estudio del dibujo y con tan sólo diecisiete logró que le publicaran una obra en la revista Horizon. Con la subida al poder del Partido Nacional Socialista, en 1933 la familia de Lucian Freud se marchó a Londres. Allí se instalaron y consiguieron, en 1939, la nacionalidad inglesa. Entre 1938 y 1939 asistió a clases de dibujo en la Central School of Arts and Crafts de Londres y en la East Anglian School of painting and drawing de Dedham. Durante la Segunda Guerra Mundial, en 1941, se marchó a Liverpool para embarcarse como marino mercante, destino en el que tan sólo duró tres meses, pues fue declarado no apto para el puesto. De regreso en Londres, alquiló un estudio y retomó la práctica del dibujo y la pintura desarrollando sus propias pautas estéticas. Se dedicó con especial interés al género del retrato y uno de los principios que como pintor se marcó fue «no aburrir al retratado». En 1944 la galería londinense Lefevre organizó la primera exposición individual de Lucian Freud, y en 1946 realizó un viaje a París que le ocupó un par de meses. Allí conoció a Picasso y a Giacometti, entre algunos de los grandes artistas del momento. En la capital francesa, el ambiente artístico y literario estaba dominado por la corriente existencialista, cuyo máximo exponente era el filósofo y escritor Jean-Paul Sartre. Lucian Freud se mantuvo al margen de todo grupo pictórico o escuela y vivió alejado de los focos culturales londinenses donde vivían habitualmente intelectuales y artistas. Prefirió instalarse en un barrio cuyos vecinos fueran gente sin trabajo fijo, desocupada y que le estimularan a trabajar, pese a lo cual nunca los utilizó como modelos para sus cuadros. Por las circunstancias históricas, pero sobre todo por cuestiones geográficas, la historiografía y la crítica contemporáneas le definieron como uno de los máximos representantes de la Escuela de Londres. Este nombre, utilizado por primera vez por uno de sus propios miembros, sirvió para reunir a un grupo de artistas compuesto por los pintores Francis Bacon, Raymond Mason, Michel Andrews, R. B. Kitaj, Frank Auerbach, Léon Kossoff y el propio Freud cuyo rasgo común, uno de los pocos, era que practicaban una pintura figurativa, frente a la corrientes abstractas dominantes en el expresionismo en Estados Unidos y en el informalismos en Europa.